Seguidores

martes, 9 de noviembre de 2010

Después de un descanso...

No, no es que este tiempo que no escribo en el blog estuviera de descanso... es que entre el trabajo y que no me recupero de la maldita gripe-bronquitis esta rara que he pillado, no he podido pasarme a penas por vuestros blogs ni el mío! Pero ahora, desde el trabajo, me tomo un minidescanso y os cuento cositas :D
 Hace algún tiempo os dije que os iba a presentar a mi familia, a mis mascotas. Pues hoy me ha parecido buen día, que estamos aquí acurrucados porque hace un fríoooooooo (y eso que habrán unos 20º en casa... si no más... ni hablemos de cuando llegue el invierno).


Éste es Carlitos, el rey de la casa. Es un amor, un bichito cariñoso, divertido, juguetón, le gusta ver la tele conmigo, compartimos fruta, me da besos para hacer la pelota cuando estoy comiendo algo que sabe que está muy bueno pero no, no lo ha probado nunca y quiere hacerlo, hace que le muerde cuando mi chico se va al trabajo por la tarde, ni más ni menos que por hacerle rabiar y jugar con él, duerme con nosotros en la cama, entre los dos, como si fuera un perrito caliente! Compartimos la misma almohada, se levanta cada vez que yo me muevo, siempre pegado a mí... Lo quiero más que a todooooooooo!!!!!! Es mi gran amor, el mejor compañero de vida que podré tener jamás. Solo le falta hablar.








Éste es Frodo, mi pequeña bolita de queso. Es un amor, da unos besos!!!! Se lleva genial con Carlitos, sólo le falta ladrar para ser perro. Lo llamas y acude a tí, sabe muy bien cuando estás comiendo algo que le gusta y te pide insistentemente, sabe cuando nos vamos a la cama y se va corriendo a la cocina a acostarse en su camita... es una maravilla!!!!!





Y aquí los periquitos, mis niños y mis nietos. Calimero (el verde de cabeza amarilla y nariz azul), fue el primero en llegar, además de casualidad. Un día se coló en el trabajo (debió haberse escapado) y mi marido lo cogió. Poco después llegó Priscila, la azul. A los dos años más o menos, decidí que quería ser abuela, así que les compré un nidito de amor y al mes ya era abuela de Maggie la amarilla y Lisa, la verde de nariz clarita. Son de lo más simpáticos si les dejas tranquilos en su jaula... a pesar de que les enseñé desde bien pequeños a cogerlos, en cuanto empezaron a crecer pasaban de las manos y atacaban o huían. Aún así, son fantastiquísimos!!!!


No os puedo poner fotos de Maggie y Lisa porque en este ordenador no tengo, a ver si luego en casa puedo y edito la entrada y os las pongo.

Besos a todas!!!!

5 comentarios:

  1. QUé de animales!! me encantan. Yo ahora tengo una perrita y ya esta porque somos muchos y viajamos bastante. Pero he tenido de todo! Un gato, periquitos, tortugas...hasta un cangrejo de río...un vencejo! Lo más grande,vamos. Tu carlitos es para comérselo, qué cosa más mona por dios!!

    ResponderEliminar
  2. ooooooo estoy enamorada de un perro como Carlos!!! cada año lo pido para el cumple o reyes!! a ver si cuando tenga ya mi pisito me decido y me lo regalo yo! es PRECIOSO! aunq las otras mascotas nose quedan atras...que mona Frodo!!!!

    Besitos

    ResponderEliminar
  3. Son geniales todos, pero decididamente me he enamorado de Frodo, que preciosidad!!!!! Besos ;)

    ResponderEliminar
  4. Tienes un mini zoo en casa... nosotros tenemos un canario "el guarri pájaro" que me pone la cocina perdida de alpiste.

    Un saludo.

    ResponderEliminar
  5. Aaaaaay, me ha encantado esta entrada.
    Yo tengo un gordito, un bulldog francés de 4 años que también es mi ojito derecho, lo quiero con locura, ¡qué compañía me hace! También duerme conmigo, pegadísimo a mi, sobre todo ahora que hace frío, pegado y por debajo de las mantas, jejeje... Y es un llorón, lloriqueando siempre me toca la fibra y consigue lo que quiere, ;D

    ¡Qué lindo carlino madre mía! Y el conejito.
    Un achuchón de mi parte para él.

    Jo, qué bonito es querer tanto a una mascota... lo que te llegan a aportar... Y que exista gente que piense que son simples animales que ni sienten ni padecen...

    Besitos.

    ResponderEliminar